Hola a todos!! Seguramente se preguntarán de que se trata el título…mas adelante se los explico…bueno, mas adelante, pero en este mismo espacio, mas tarde, mejor…y si no tardan en leer, no será tan tarde…mas abajito, pero no quiere decir que bajen nada, sino que adelante en la lectura les digo…o mejor, se los explico ahorita, ¡total!

Resulta que en la semana pasada me encontré con dos cosas maravillosas, que, aunque ya había visto una de ellas, las pude conectar en un solo mensaje y de manera mas que increíble, pues hablaré de talento, en general.

La primera parte de estas Bonfiladas (Rapsódicas) se trata de la película de Rapsodia Bohemia y no hablaré de la parte que todos están mencionando como la historia de una leyenda ya del rock mundial, como lo es Freddie Mercury y el legado, además de su música fenomenal con el grupo Queen, del cual he sido fan por años; no, hablaré de la película en sí y su genial reparto, digno de toda una mención importante, en especial a quienes recrearon al grupo Queen: Rami Malek (Freddie Mercury), Gwilym Lee (Brian May), Ben Hardy (Roger Taylor) y Joseph Mazzello (John Deacon). El trabajo de los actores está fundamentado en una dirección magistral de Bryan Singer y Dexter Fletcher, quien suplió al primero cuando lo removieron de la dirección por mal comportamiento durante el rodaje. Quien haya sido, vaya un aplauso para esa persona. No es sencillo darle vida a personas que viven aún o que son muy conocidas, menos a alguien con tanta popularidad como la que Freddie Mercury conquistó. May, Taylor y Deacon están increíblemente representados y con tanto mérito que pareciera que fueron los mismos jóvenes que comenzaron este proyecto de banda, como Queen. Las formas y el fondo en ellos es coherente con la historia, tal como la presentan, aunque tenga pequeños «errores» de fechas o datos (si quisiera una biografía, voy a la papelería, ¿no?). Muy limpio el trabajo, prístino, como dirían los clásicos…pulcro, como diría mi abuela, que era mal hablada, pero muy limpia.

A Rami Malek debo darle una mención aparte, porque no solamente es «El Personaje» dentro de la historia, él es «El Actor» que se lleva el mérito mas grande al representar a uno de los mas grandes ídolos del s. XX y de la manera en que lo hizo, deberían nominarlo, por lo menos, a todos los premios de cine de los Estados Unidos y vecinos circundantes. La cátedra de actuación con la que nos regaló durante las dos horas que dura la película y la explosión de energía que soltó al final de la misma en la recreación del Live Aid de 1985 no son cosa de pasarla de lado y que fuera desapercibida. Malek estuvo cargando al personaje de esa energía para soltar todo al final y darnos una lección del bien hacer actoral, que no siempre se da en las películas. Curiosamente esa carga emotiva fue dada al inicio del rodaje, pero ya visto como nos lo presentan en el cine, captamos que esa energía debió venir de algún lado y nos encontramos que venía de toda la historia. Malek habló, seguramente, con el director para saber de donde venía en todo momento, porque necesitaba el orden natural para darnos el contexto correcto en cada escena (esta es una práctica común cuando hacemos cine o tele, ya que no siempre se hacen las cosas en el orden de la historia, sino siguiendo los requerimientos de la producción). Las cargas emotivas, las formas del personaje y su fondo, la mirada, el caminar, la soberbia mostrada, la humildad posterior, la energía y la falta de ella, la entrega, el compromiso, el talento…todas estas cosas fueron mostradas en todo su esplendor por Malek, dando vida a una real leyenda. No es nada sencillo hacerlo, por lo que desde esta humilde tribuna (aunque me lean de todas partes del mundo…donde sepan leer, claro…y quieran, por supuesto), le doy un gran aplauso por todo lo que me hizo sentir durante la función.

Rami Malek (arriba) y Dimash Kudaibergen (abajo)

La segunda parte de estas Bonfiladas (Kasajas) son porque de la misma manera que encontrar talento es muy difícil, de esa misma forma me he encontrado en Internet, dando seguimiento a una recomendación de alguien destacado en esta materia del canto, y me di a la tarea de hacerme fan de un talento inusual y fuera de este mundo, como lo describen casi todos los coaches de voz y/o maestros de canto que lo han visto y oido en YouTube o alguna otra red de videos: Dimash Kudaibergen. Este es un muchacho con un registro vocal amplísimo, lo que saben mas que yo de canto nos podrán orientar mas sobre esto; por algunos considerado como «contratenor», pero no por otros, ya que dicen que alcanza notas graves de barítono y «simplemente»(sic) es un tenor con un rango muy amplio y una educación vocal de primera. Esto puede ser, además, porque sus padres son cantantes reconocidos en Kasajistán, y seguramente le pudieron pagar la mejor escuela de música y canto, porque además de cantante, Dimash es músico. Yo puedo platicarles de los métodos de actuación y formas de crear personajes y demás cosas, pero de canto y música, soy simplemente un gustoso de escuchar cosas lindas y si el talento es lo que aparece, bienvenido sea en todo momento. Por eso quiero invitarlos a ver los diferentes videos que aparecen en YouTube para que puedan apreciar el talento tan singular y fuera de todo parámetro de Dimash Kudaibergen. Realmente los va a sorprender, por mas que yo les diga lo que van a escuchar. Además de su forma de cantar, deben apreciar la forma de interpretar y casi en susurro darle drama a una canción, que es una historia en sí, pero en menor tiempo; o darle fuerza a algo que lo necesita…en fin, que lo disfruten.

Es sobrecogedor ver las cosas bien hechas, como decía Doña Ofelia Guilmain: «Solo creo en las cosas bien hechas, no en los géneros».

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Hasta aquí esta entrada y por favor, si les gustó, pongan un comentario…si no, también, aunque sean groserías, total, las escucha uno tan seguido en la calle, que las prefiero leer en algo mío, porque las sentiría como algo mas personal, ¿no?

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