Archivos Mensuales: junio 2011
Bonfiladas Secundarias
En estos avatares de la vida, siempre pensamos en las cosas primarias, primordiales, importantes, básicas, etc….pero nadie piensa jamás en las cosas secundarias, ¿verdad? Nadie piensa en lo menos importante, porque lo importante es tan iluminado, que nos deslumbra…como dice el pensamiento de Héctor Gagliardi sobre el padre, que en una de sus estrofas dice:
«Los hijos nunca analizan el sentimiento del padre, porque el brillo de la madre es tan fuerte que lo eclipsa, sólo le hacemos justicia cuando nos toca vivir a nosotros su problema.»

¡Felicidades, Papás!
Y este pensamiento tiene mucho que ver con estas Bonfiladas Secundarias, porque hay cosas que uno trae a la mente como algo secundario…el Día del Padre, por ejemplo, (por cierto, Felicidades retrasadas a todos los colegas en el Arte de la Paternidad que ayer, 19 de Junio, celebramos nuestro día en México) es un día no tan festejado o tan comercializado o de tanto fervor «Guadalupano», porque el 10 de Mayo (en México) es mucho mas importante, por razones mas que obvias. Las madres acaparan nuestra atención, porque son las madres, no son cualquier cosa…ellas nos trajeron al mundo sufriendo los dolores del parto, las molestias del embarazo y la incomodidad de crecer tanto de tamaño físico. Todo en la vida les pretende retribuir algo de lo que pasaron, mientras daban a luz. Pero los papás….ellos, bien, gracias…solo pusieron la semillita y le ponen a la hora de pagar, pero como eso es nuestro deber ante la sociedad, no nos dan mas que las gracias y un abrazo en nuestro día…jejeje. No es queja, porque no pienso quejarme de algo que disfruto tanto, me refiero al hecho de ser padre…me divierto siéndolo y teniendo a mis «complices» preparando las cosas de la diversión y la pachanga casera. Ellos son mi motor en la vida…ellos mueven lo necesario para que las cosas cambien, cuando deben cambiar y se queden, cuando deben hacerlo. Me festejaron de forma primaria en un día secundario, por eso me siento mas que satisfecho. Gracias, hijos, gracias, Güera.
Otras secundarias
Resulta que en este fin de semana pasado hubo, de nuevo, una reunión entre amigos de la Secundaria; para los amigos de otras latitudes, son quienes estudiaron conmigo luego de los seis años de la escuela Primaria. Con ellos estuve tres años preparando el camino para terminar el bachillerato (Secundaria y Preparatoria) en la época mas sensacional de mi vida estudiantil. Esta es la tercera reunión a la que asisto y no acabo de sorprenderme de la memoria de algunos, de la falta de memoria de otros (yo me encuentro entre ellos…jejeje), por lo poco que han cambiado físicamente algunos y por lo mucho que lo hemos hecho otros.
Por el camino que nos ha tocado vivir, el sendero que decidimos transitar, por las decisiones que tomamos en nuestros momentos, buenas o malas, no importa; por la bondad con la que hemos aprendido a tolerarnos entre nosotros, por la paciencia que aflora cuando alguno de nosotros la empieza a regar, por la dedicación de muchos en reunirnos y dejarnos ver que ahora ya nos volvimos a juntar, ahora, ¡ni con agua fría nos despegan! Andamos como muéganos platicando de tantas cosas, pasado o presente, no importa tampoco, lo interesante es ponernos al día con la vida de todos. En estas reuniones me ha aflorado el alma molestona que tengo a flor de piel, practicamente a diario. Hay un espíritu de camaradería entre el grupo y una necesidad de abrazarnos de nuevo, como lo hacíamos en esos años mozos; en esos años de grandes espectativas que planeábamos nuestro futuro, sin tomarlo, aun, tan en serio. Para eso había tiempo, medida muy relativa en esa época. Era tiempo del despertar sexual, de sacar la hormona y proponer unos juegos como «Botella», «Semana Inglesa», etc. De asistir a fiestas acompañado de la chava o el chavo, según el caso, y de la manita con la pareja, conversar con los otros que nos rodeaban. Era el tiempo de ir a las visitas en camiones, e irse a la parte de atrás, escondidos, para darse besitos con la pareja. Era el tiempo de huir de la «Pelona» porque el uniforme no estaba totalmente en reglamento o porque alguien traía un espejo en los zapatos para verle la ropa interior a las niñas. Era la etapa de las primeras «pintas» a Plaza o a algún lugar mas lejano para que nadie se diera cuenta. Era el tiempo de intentar cosas de adultos, aun cuando nos faltara mucho mas tiempo para serlo en la realidad. El momento de crecer y dejar los pantalones cortos, pero no me refiero a los shorts, no…dejamos los pantalones cortos, porque habíamos crecido y ya no nos quedaban…necesitábamos pantalones de otra talla. Se crecía muy rápido y en ciudades como esta, se crece a la velocidad de la luz. Era una época en que todos sufríamos cambios de todo tipo y nada nos parecía…nuestros padres dejaban de ser los heroes y las guías monolíticas cuya palabra era la ley suprema; nos atrevimos a cuestionarlos a partir de esos años. Yo trato de hablar a nombre de todas las generaciones de estudiantes secundarios de todo el mundo, pero la verdad es que estoy muy orgulloso de mi generación y de mis amigos de entonces, que vuelven a serlo ahora.No quiero nombrar a nadie de la Generación, porque no quiero olvidar a alguno y cometer una torpeza a nuestros años.
Este ejercicio del reencuentro se los recomiendo, porque se ejercitan mucho las virtudes que vamos perdiendo en la vida: «Fuerza, Belleza y Candor», tres valores que necesitamos todos los seres humanos, sobretodo cuando vamos aprendiendo. Los seres humanos somos aprendices permanentes de las cosas de la vida. Abramos nuestros sentidos a todo lo que venga y demos gracias por tener la vida, que nos permite emocionarnos al ver a los amigos y recordar lo bueno, filtrando las cosas que eran malas en esos años, por los errores de juventud. Si no hiciste nada que fuera una desgracia para otro, no es tan malo lo que pasó, por lo tanto, puede filtrarse en la memoria y darle paso a todo lo bueno que afloraba en niños de 12 o 13 años. Algunos se han adelantado, ya nos estarán esperando para hacer la reunión mas grande y divertida. Pensemos en ellos y nos estarán acompañando en cada una de las fiestas. Espero que se nos unan mas de los desaparecidos o de los que perdimos la pista, pero que siempre estarán en nuestro corazón. Sigamos practicando la amistad, que es el mejor regalo que nos podemos dar, pues nosotros lo escogimos.
Y con esto llego al fin, pero me quedan algunas dudas, como siempre:
¿Qué es un circuito?….¿será el lugar donde están los elefantuitos, caballuitos y payasuitos?
¿Será que el mejor método anticonceptivo es el DiCaprio?….¿quedarse helado aunque la chica esté mojada?
¿En una familia numerosa, la cigüeña duerme con ellos?
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Iba un huevito y un tomate caminando por la calle, cuando el tomate dice:
– «Cuando sea grande, voy a ser un tomaton.» Y el huevito se puso a llorar.
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Bonfiladas MoreJunianas
Ese título
El título no es mas que la unión de Morelli y Junio…dos cosas especiales en mi vida; tan especiales como todo lo especial en mi vida, que está catalogado como especial, porque ha sido especi…..(ya me hice bolas….¿ven por qué estoy redondo?)…en fin, que quiero platicar sobre eso, porque me nació y ¡ya!…¡total, ¿no?! Es mi espacio…¿puedo escribir lo que quiera, no?
Morelli
Y bueno, las cosas son así…en este día, 6 de Junio, es el 6to. aniversario de la partida de mi papá, hacia donde iremos todos en nuestro momento. Se fue, dejando recuerdos de alegría, de humanidad, de talento, de compañerismo, de solidaridad, de amor, de hombría, de paternidad, de amistad. Recuerdos que podrían llenar todo un libro de memorias, de anécdotas. Mi papá, Oscar Morelli, fue un actor de voz muy varonil, de gran empatía con el público, carismático, galán, con un porte sensacional, talentoso y con una gran vocación; sin embargo, donde yo siempre he creido que mas podía desarrollar su creatividad era como Director.
Ahí tenía la sartén por el mango y podía dejar volar la imaginación, que era mucha, y crear grandes cosas. Se especializaba en dirigir actores, mas que grandes conjuntos, aunque esto no se le daba mal, pero le encantaba moldear los personajes conjuntamente con sus actores. Nos dejaba tarea para que, juntos, desarrolláramos la personalidad de los personajes. Era extremadamente puntual y sistemático para dirigir, sobretodo en teatro. En los ensayos no regañaba a nadie en público, pero cuando lo llamaba a uno, era de «temblar», por lo duro de las palabras hacia alguien que ya merecía ser llamado en privado…era cuando las cosas no estaban saliendo, pero por razones fuera de la obra en sí y de la dificultad de crear un personaje…lo hacía cuando sentía que había factores externos que estaban influyendo en ese desarrollo. Tenía una gran sensibilidad como director y como persona.
Yo lo pude disfrutar tantas veces, de tantas formas…como papá, como amigo, como actor, como director y como dirigido por mi…pude dirigirlo y eso fue con un enorme orgullo, pues me observaba y hasta tips me dió para intentar hacer mejor las cosas. No era complicado dirigirlo, pues se dejaba moldear como uno pensaba que era lo exacto en el personaje. Tenía una gran disciplina como actor y le gustaba crear cosas de la nada, aun cuando no hubiera mucho de donde sujetarse para defender la actitud de un personaje.
Empecé por lo que la gente lo recuerda mas, pero sus virtudes eran mucho mas grandes si lo vemos desde la óptica del ser humano. Fue un maravilloso hijo, cariñoso y siempre solidario…un esposo amoroso…un padre alegre y adorable…un hermano preocupón, pero comprensivo…pero sobre todas las cosas, un amigo leal, sincero y siempre dispuesto a dar la mano a quien la necesitara.
Una persona que, permanentemente, estaba informado sobre lo que le sucedía a las personas cercanas a sus amigos…no sólo a ellos, no…sabía lo que pasaba con las viudas, hermanos o parientes de los que habían sido sus amigos. Siempre tenía un detalle de afecto para todos ellos. La familia, hablando de primos, tíos de él, hablaban tan bien del Morelli…era un tipo que se dejaba querer y apapachaba a quien lo necesitara.
De todo esto me di cuenta hace algunos años, cuando le hablé para que pasara conmigo unos días de gira como mi invitado, mientras dábamos funciones por todo su estado, Sonora. Fue como en el año 2000 y él aceptó viajar conmigo, alcanzándome en Guaymas, justamente…su ciudad. En esos días, mientras visitábamos a la familia sonorense, me di cuenta de lo que él representaba para ellos, como persona. Lo veían como el niño adorado que les inyectaba ese ánimo, aun cuando las cosas no estuvieran en el mejor de los momentos. Los dejaba optimistas del futuro por venir. Ese es un don que Morelli tenía (le llamo así, porque siempre le he llamado así cuando hablo de él en tercera persona). Mi papá era, es y será siempre mi heroe, por esa capacidad de amar y generar en las personas alrededor, una alegría por vivir, que no habían descubierto antes. Claro que la tenían, pero la habían escondido tanto que necesitaban de sus palabras para sacarla a flote de nuevo. Eso lo logra solamente un persona de luz, como era Morelli.
Te extraño mucho, pa…pero con estos recuerdos, me animo mucho para continuar mi camino e intentar seguir tu ejemplo de vida, dando algo de alegría a la gente que me rodea. Todos tenemos un camino por recorrer…te pido, solamente, que si ves alguna piedra grande en el mío, me ayudes a moverla un poco, sólo para seguir ese sendero que he decidido tomar. Te quiero y estoy seguro que mis hermanos y mi mami te recordamos de la misma manera; por lo pronto, estoy convencido de que mi Güera y mis hijos te añoran tanto como yo y te recuerdan de la misma forma. Nos veremos cuando nos toque vernos, ni antes, ni después. Besos pa.
JUNIO
Dije que este mes era especial, pero no solo por el aniversario de la partida de mi papá, no, es el mes del Padre y del nacimiento de mi hijo Manolo…que, cuando nació, nos vino a irradiar con su luz tan fuerte, mi hogar. Manolo es el peque de la familia…vino al mundo años después de mi hija mayor, pero llegó corregido y aumentado. Es un gran bailarín y sus dones no los hurta, los hereda (aunque a veces nos caiga gordo eso, porque parece que no tuviéramos talento natural para lo que hacemos y solo es algo heredado) de su madre y su abuela materna…pero recordando, tambien lo hereda de su abuelo Morelli, porque él sí era un gran bailador, no como yo que tengo dos pies izquierdos.
Total, que Manolo nació con una estrella muy grande y lo demuestra a cada momento con los detalles que tiene, aunque a veces nos saque «canas verdes» por lo desorganizado que es. Pero tiene ese carisma que envuelve a la gente y la acerca a él. Mi hijo es uno de mis mundos…no importa que tan enojado ande uno con él, logra, al tiempo, sacar lo mejor de uno. No nació hoy, ni es su cumple, pero Junio es su mes y como además está terminando la primaria, debemos hacer de este mes, lo mas alegre para él, que miren que no le hace falta, es alegre por naturaleza. Te quiero, hijo…te quiero mucho y deseo que siempre tengas esa sonrisa dibujada en tu rostro, como muestra de que la vida puede ser lo mejor, aunque se presente lo peor en primer plano. Eres diferente y eso es bueno, hijo.
Y ya me puse muy sentimental, así que me despido con una reflexión sobre la vida misma.
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En asuntos de amor los locos son los que tienen más experiencia. De amor no preguntes nunca a los cuerdos; los cuerdos aman cuerdamente, que es como no haber amado nunca.
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