Archivos Mensuales: agosto 2010

Triunfo Universal o las rebajas de Verano.

Esta semana que acaba de pasar, empezó con noticias alegres…el lunes 23 en el evento Miss Universo, se coronó nuevamente, luego de 19 años, una mujer mexicana: Jimena Navarrete o Ximena, la verdad hay sitios que le ponen J y otros X…francamente no importa si las dos se pronuncian como debe ser. El chiste es que es una ganadora que triunfa dentro de un evento permanentemente «manchado» por las suspicacias, certezas, suposiciones y mala leche de la gente, no solo de este país, sino de muchos en el mundo. Pero debo enfocarme al nuestro porque, aparentemente en nuestra sociedad hay un mal sistemático, que es el de rebajar cualquier triunfo de algún mexicano al nivel de «comprado» o cuando perdemos es algo donde «vendieron» nuestro triunfo casi en la bolsa. Durante toda la semana en el FB y en el Twitter leí un sinnúmero de comentarios en ese tenor sobre el primer lugar que nuestra compatriota, Jimena. Leí, desde reclamos por varias organizaciones pro mujeres o en defensa de la imagen de la mujer, hasta denostaciones de personas diciendo que el triunfo era vergonzoso por donde se le viera o que era de esperarse, comprado por la mala imagen de impunidad que el país muestra con todas las noticias sobre el efecto de la presión al narco.

No confundir, ¿eh?

Me maravillo de la puntería que tienen las personas al hablar sobre este evento, justamente aprovechando el momento mediático para sacar sus frustaciones y amarguras, intentando pulverizar el resultado de un show internacional. Se han atrevido a publicar inquietudes absurdas como el hecho de saber que es lo que iba a contestar Jimena cuando algún periodista o medio de comunicación le cuestionara sobre la situación del país respecto a las víctimas del narco…o como se iba a atrever a invitar al turista o inversionista extranjero a visitar México si las cosas no estaban como para eso. Ella no tiene que hacer nada de eso…ella no es la imagen del país, es la ganadora de un concurso de belleza, mezclado con algo de disciplina y capacidad de resupesta sobre temas de interés mundial, como la paz, la diversidad, la política light, etc. No estoy despreciando el concurso, pero no es el foro de las Naciones Unidas, discutiendo la hambruna mundial o la paz en Medio Oriente o las consecuencias de políticas contra natura.
Como una vez dijo mi mujer en una discusión: «Una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa». No confundamos las cosas y reflexionemos sobre esto; Jimena es la ganadora de un concurso, al cual se incribió y llegó hasta lo mas alto, con mucha seriedad y una soltura impresionante sobre el escenario, respondiendo con mucha inteligencia, aprovechando al traductor para respirar y pensar su respuesta sobre Internet y los menores de edad. Siguió reglas no escritas, al caminar por la pasarela, sonriendo muy naturalmente, mientras modelaba su traje de baño. En pocas palabras: Hizo lo necesario para ganar un concurso. Eso es todo lo que hizo ella y quienes la condujeron durante casi un año, desde que ganó el evento de Nuestra Belleza México. Para eso se preparó a conciencia y se le notó en el evento.
No tenemos que menospreciar el triunfo, creo que debemos disfrutarlo en su justa medida y creer mas en nosotros cuando hagamos el intento honesto de ganar en algo que nos propongamos. Somos capaces de ganar, no nos está vedado…pero debemos hacerlo con la conciencia de que si vamos a intentarlo, lo hagamos con la convicción que podemos ser triunfadores, a pesar de nuestra idiosincracia y de nuestros pensamientos derrotistas. El sentirse derrotado es una actitud bastante cómoda, o mejor diría: comodina. Es muy sencillo criticar, sin aportar. Ser oposición sin proponer es muy fácil, simplemente vemos los supuestos errores de los contrarios y sobre ellos, a intentar acabarlos hasta que se aparezcan otros con ideas diferentes a las nuestras y entonces enfocamos nuestras baterías en ellos. Llevar la iniciativa, proponer, aportar, sumar, sentar bases coherentes, sólidas o cualquier sinónimo de lo que intento decir es mas complicado y por ende menos recurrente en las mentes pequeñitas que sólo pretenden jalar, al estilo de la cubeta de cangrejos, que intentan bajar a los de arriba hasta su nivel.

Estoy convencido de que debemos aprender a ganar…para eso nadie nos enseña, pues siempre nos dicen que cada derrota nos hará mas fuertes…que es importante estar preparado para las caidas. ¿A alguien le han dicho que los triunfos son muy difíciles de asimilar? ¿Qué si llega uno a ganar podría ser el principio del fin para nosotros? ¿Qué no todas las personas que rodean a un ganador son de buena fe? ¿Qué puede uno caer en los agujeros mas profundos creyendo que los «parásitos» alrededor nuestro son las personas mejor intencionadas?
Hay muchas cosas que rodean a un triunfo o a un ganador…no todo es miel sobre hojuelas. Tenemos muchos ejemplos en nuestros deportistas, antiguos y contemporaneos; en nuestros artistas favoritos, del cine o la TV; en los políticos mas brillantes, etc. Hay que aprender de los errores que han cometido todas esas personas públicas, para que cuando nos llegue el triunfo, sepamos aquilatarlo y darle el valor real a las cosas que nos empezarán a rodear. Es peligroso dejar entrar a nuestro mundo a los seres que saben aprovechar esa inestabilidad emocional del ganador y no permitir que invadan el espacio que nos ha rodeado siempre. Y quienes estamos a lado de alguna persona triunfadora, cuidemos que no se le nuble la visión y abra sus sentidos al horizonte mas amplio.
Bienvenido el triunfo de Jimena. Bienvenidos todos los triunfos que podamos conseguir sobre las adversidades. Podemos ser ganadores honestos y leales…hay gente que nos ha mostrado el sendero adecuado, solamente hay que seguirlo.

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«Si un día usted siente un gran vacío… coma: es hambre».
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El disfrute y la melosidad del dulce.

DISFRUTÉ
   Desde los juegos del mundial de futbol de Sudáfrica 2010 en Junio, descubrí una nueva manera de ver deportes o especificamente el futbol, aunque también lo he aplicado cuando reviso los capítulos de Teresa y la sensación es, mas o menos, la misma…es una sensación de apasionamiento, de ponerse la camiseta y apoyar, de de no sentir que estamos solos e ir platicando las cosas como las están viendo, cada quien desde su punto de vista….en pocas palabras: Disfrutar lo que nos gusta de manera diferente.

Pero aun no he dicho cual es esa manera tan peculiar de ver partidos o programas y no es sino

Una banda RE-confiable y Re-ntable

estar acompañado de una compu o BB o iPhone o iPod Touch o iPad o algún medio similar para ir usando el Twitter y/o el FB(CaraLibro…jejeje) e ir posteando lo que vamos sintiendo. He hecho este ejercicio ya muchas semanas y me he divertido tanto, que siento que cuando vea el fut de otra forma me voy a aburrir…jejeje. He tenido tantas aportaciones de la gente que responde a las babosadas que pongo (hay veces que no son mas que eso…es mas, son la mayoría de ellas), que me doy cuenta que estamos entrando, de una forma medio bizarra, a una modernidad muy curiosa. No soy un novato en eso de las nuevas tecnologías, pero las herramientas de las que hablo no son muy complicadas de usar, de hecho muchas personas las utilizan diariamente o por lo menos una vez a la semana. Si intentan hacer el mismo ejercicio, estoy seguro que sentirán cosas muy similares a las que les he relatado y es posible que se vuelvan «adictos» a esta forma diferente de ver la tele.

MELOSIDAD DEL DULCE
   Hay algunos usuarios en Twitter que les interesa subir el «rating» de su cuenta o perfil y solamente publican o postean algo que jale a mas seguidores. Hay otros que publican comentarios tan melosos que los seguidores no saben que van a empezar a sentir los estragos de la diabetes, por la cantidad de azúcar que tienen esas publicaciones. Siempre he creido que tener detalles con los seguidores(fans en mi medio), da resultados positivos para quien es el personaje seguido, pero creo que debe haber límites y muchos rebasan esa cantidad de glucosa en cantidades industriales.

Hay quienes mantienen una coherencia absoluta con el personaje que mantienen ante la gente, que abusan, a propósito, de esa melosidad; no son tan graves sus publicaciones porque es la imagen que han tenido y por eso dije arriba que eran coherentes con su imagen.
Hay personajes que usan esa melosidad para atraer a mas seguidores, pero la imagen que han manejado ha sido tan diferente, que uno al leerlos siente que simplemente intentan, burdamente, jalar para su molino, pero se quedan en el intento porque no hay honestidad y esa, aunque no lo crean, se siente; al menos las personas sienten que algo no está bien, ni es creible.
Estoy publicando sobre este asunto, porque hace poco leí un artículo sobre los fenómenos y como tener mas seguidores en Twitter o el CaraLibro (FB) y no observé que se dijera en ninguna parte que la honestidad era algo fundamental para que las personas afines se acercaran en mayor cantidad. Creo que esta cualidad es muy importante que sea revalorada. Tenemos figuras públicas que constantemente mienten o intentan confundir con declaraciones ambiguas sobre hechos de los que tendrían que responder de manera mas clara y definida y se han convertido en una especie de heroes o modelos a seguir por la juventud, tan necesitada de líderes. Esas figuras públicas, normalmente, son personajes del sector público, gobernantes o miembros de alguno de los tres poderes y no es posible que siendo de ese sector, no le respondan a la ciudadanía como debe ser, ya que los ciudadanos somos una especie de «patrones» de todo ese sector. Hay personas que son capaces de mentir tanto,  que lo hacen para tener unos minutos de tiempo aire en la TV o en las revistas del corazón y con eso lograr mayores dividendos cuando los contraten o ser vistos para que los contraten; pero han hecho de la mentira un negocio redondo y lo indignante es que el público o los seguidores les aplauden los métodos. No debe ser, la decencia debe ser una premisa entre nosotros, público, pero mas entre las figuras de nombre, sean estas de la política, del deporte, del ambiente artístico, o de cualquier sector.
Mis padres y abuelos siempre anteponían el concepto: «entre gente decente» a las frases que pretendían enseñarnos algo o mostrarnos un sendero mas correcto…no se por qué ha desaparecido de nuestros labios. El concepto no tiene nada de anticuado y ahora se siente una gran nostalgia de que no lo tengamos presente en nuestras acciones diarias. Es de gente decente ser coherente con nuestras acciones y convicciones, pero es mas decente no intentar engañar a los seguidores, mostrando un lado deshonesto en nuestros perfiles, pues la gente se da de todo corazón y no se vale jugar con esa ilusión.

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«Para lograr un objetivo es necesario soñar…
no pierda tiempo, mande todo a la mierda y váyase a dormir!!! »

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¿Poker de Ases o el 11:11?

Mi padre, Óscar Morelli (algún día platicaré de él y de las maravillosas cosas que tenía como ser humano), desde mucho tiempo antes de morir, nos hablaba a mi mujer y a mi, casi todas las noches o mañanas, para decirnos: ¡Poker de Ases, a ver, mátenme!…jejeje…mi mujer aun extraña esas llamadas y cuando llegamos a ver en alguno de los relojes digitales de la casa el 11:11, sólo decimos: ¡Hola Pa!

¿No es lindo?

Eso pasaba, hasta hace un tiempo (mi padre ya cumplió 5 años de muerto/Junio 2005) en que he visto muchas veces en el Twitter, en algunos mensajes o en cambios de perfil del Cara Libro (facebook…jejeje) el famoso «11:11». Es un número que se ha apartado de mi atención normal de nostalgia familiar y se ha convertido en algo mas intenso, por llamarlo de alguna forma mas dramática. Incluso me he dado a la tarea de investigar que es todo esto del 11:11 y me he encontrado desde cosas muy, pero muy locochonas a otras, que se dicen serias y profundas sobre la simbología de los números. No quiero decir con esto que descarto, de entrada, lo que escriben sobre ello, pero veamos algunas teorías.

De entrada, para hablar del Filósofo/Matemático/Político y casi casi todólogo, debo comentarles que en mi búsqueda encontré una cosa que no sabía (como muchísimas en mi vida) sobre el término: «Teoría», que junto con «Filósofo», fueron acuñados o nombrados así por quien hablaré en seguida: Pitágoras. Este hombre griego de por lo años 583 hasta 495 A.C. fue un gran impulsor de los números como símbolos y principio y fin de las cosas. Dueños de la armonía en la vida, pues nos muestran los pares de opuestos de los que estamos rodeados en toda nuestra existencia. No será ésta un lección de filosofía ni de matemáticas ni nada que se le parezca…ni soy una autoridad en esas materias, ni pretendo mas que exponer una «casualidad» mas en mi vida, de la que me fijé mas que en otras. De Pitágoras no se sabe mucho, lo que sabemos es por lo que nos dijeron en escritos, tanto Platón como Aristóteles, pero además lo que dejaron sus seguidores a la muerte del maestro del silencio (obligaba a los aprendices a mantener el silencio durante 5 años y no podían verlo, pues Pitágoras enseñaba por las noches, hasta que él mismo los examinaba y decidía quien podía seguir en la Academia y verlo a la cara, por fin, y quien se tenía que ir). Tampoco será una biografía de alguien grande en la historia…solo era un breviario cultural, patrocinado por «Tamales oaxaqueños…tamales calientitos».
Una de las manifestaciones del número 1 en las teorías Pitagóricas era la dualidad que el número contenía:
el uno no es la unidad uno, menor de 1.1 y mayor de 0.9, sino que es la unidad fundamental; toda cosa que exista es uno, y dos será la dualidad como otro uno opuesto al primero. Principio de todos los números, el 1 contiene a la vez el par y el impar:

uno + par = impar
uno + impar = par
Theon de Esmirna, pitagórico del siglo II:
   Aquí acaba el breviario cultural, pero debo detenerme para explicar que durante mi búsqueda de lo que es el «11:11», me encontré que en muchos lugares lo consideran como el gran símbolo de la dualidad (mención de origen Pitagórico, supongo) y en otros lo consideran como símbolo de unicidad…teorías o creencias totalmente opuestas, sin embargo el número 1 es importante en muchas culturas, en muchas filosofías. Es el principio de todos los números, el origen, el número inicial, lo mas importante, hasta en informática el 1 representa el ENCENDIDO binario, o sea, lo contrario al 0, que es APAGADO en el sistema binario que siempre se ha usado en lo referente a la herramienta mas usada, actualmente: las computadoras.
   Pero, ¿y el 11?. Parecería que lo que detallé lineas arriba, sobre el opuesto, que sumado da dos, es algo de lo importante que puede ser el 11. Dicen que el 11 es uno de los números maestros, como el 22, 33, 44, 55, 66, 77, 88 y 99, que pertenecen a la Realidad Mayor que es la realidad basada en la Unicidad más que en la Dualidad y que cada número maestro es un nivel de iniciación que todos debemos atravesar en nuestro viaje evolutivo en la Tierra….?????
   Hay gente que piensa que el 11:11 es el llamado a despertar que te envías a tí mismo y que significa el nacimiento y anclaje de lo nuevo. Por lo tanto, es de buena suerte nombrarlo o escribirlo, que es una forma de nombrar las cosas.
   Los números han puesto nuestro sistema de creencias en crisis. Es hora de examinar nuestras certezas, porque es probable que sólo sean mentiras que hemos heredado, generación tras generación.
   Me dí por vencido, pues ni soy tan letrado, ni experto en entender lo que muchos quieren decir, pero no lo dicen o lo dicen para que no los entendamos o no nos dan la «tépnica» adecuada para «cactarlos» o como decía la Chimoltrufia: «Pos será el sereno«… pero lo que me queda, luego de buscar por varios lugares, es que lo que mi papá nos decía por teléfono en las mañanas o en las noches es algo mas importante y profundo para el ser humano: la búsqueda del encuentro entre seres queridos para decir: «Hola, los quiero y mi deseo es que estén bien, con salud y de buen humor«. Filosofía muy apreciada en estos días y bastante escasa en los avatares de la vida cotidiana.
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  -¡Pepito! … ¿Eres tonto o qué?
  -¡Soy QUÉ!
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Profesionalismo.

El otro día en mi trabajo, platicamos sobre la importancia de tener un elenco que trabaje con tanta armonía, con buen humor, con disposición y que es, además, talentoso. Yo opiné que somos un equipo de gente profesional y tuve que añadir: «en todo el sentido de la palabra». ¿Cómo hemos llegado a esto de tener que definir lo más ampliamente posible algo que tendríamos que decir y darlo por sentado?

Esta palabra ya la he oido tantas veces en mi vida y al parecer se ha venido desvirtuando constantemente, porque cada vez que alguien acude a ella, es para hacer justamente lo contrario o tener una actitud que no corresponde a la palabra en cuestión. Decía mi abuela: «Dime de que presumes y te diré de que careces»….esto viene como alusión a todos esos, «profesionistas» que con su actitud nos muestran a leguas que no saben como se debe llevar la actitud profesional en todo lo alto.

Hecho por gente profesional, ¿no se ve?

Muchos profesionales créen que serlo quiere decir solamente que van a cobrar por lo que hacen…otros suponen que hacer un trabajo profesional debe ser bien remunerado porque se utilizó un diseño o la idea de alguien que estudió muchísimo y por ese simple hecho, debe ser muy bien recompensado. Hay personas que dicen que son profesionales porque llegan a trabajar a tiempo y siempre son los primeros en irse, porque hacen su trabajo con una eficiencia impresionante, pero no pueden quedarse un poco mas de tiempo, si alguien se lo pide. En mi medio hay personas que llegan, seriamente, a la fuente de trabajo y siempre muestran un espíritu de chambistas, pero argumentan que sus cosas nunca fallan y cuando algo pasa, sacan su escudo de argumentos para quitarse el peso de la responsabilidad, porque no ven como algo probable la posibilidad de cometer un error.

Mis padres me enseñaron que el profesionalismo no debe presumirse sino asumirse como una actitud ante la vida, que no es solamente llegar a tiempo, con las cosas preparadas, sabiendo que se va a hacer, perfectamente limpio, despierto, etc….cualidades que forman parte del profesional, pero que no son el todo, ni lo único….la actitud profesional es una de las cosas que no se enseñan y que deben permear en el profesional que se precie de serlo. El profesional debe ser alguien que, además de toda su sapiencia, cultura e inteligencia, debe ser alegre (no reirse como baboso ni contando chistes sin importar quien esté presente o donde se esté), debe ser participativo(no solo en las tandas, eh?), con un espíritu de cooperación y siempre apasionado en su area (que no quiere decir que quiera con todas las compañeras de trabajo…o compañeros, nunca se sabe de los gustos de nadie).

Profesional es quien aporta ideas o soluciones sin que nadie le pregunte, pero que está convencido de que es lo correcto…no lo hace por oportunismo, sino por aportar….solo estará satisfecho con su trabajo si considera que es lo mejor que se pudo haber hecho en las circunstancias en que se desarrolló. Profesional es quien va a la caja a cobrar su sueldo (nómina, asignación, paga, emolumento o como le quieran llamar al dinero que se le da a cambio) con la sonrisa del deber cumplido a cabalidad y con la alegría de haber aportado para el bienestar de su empresa, aun cuando sea solamente un humilde empleado en un cuartito oscuro. El ser profesional no quiere decir que se tiene la mejor instrucción profesional(hay artesanos que son justamente eso: quienes hacen arte en lo suyo), hay personas que no tuvieron la posibilidad de estudiar mas y hacen la labor a la que se dedican con tanto profesionalismo o mas que quienes sí pudieron asistir a conocer toda la teoría sobre su profesión.

Cualquiera que sea el camino al que nos dediquemos, tenemos que estar lo mejor preparado posible, pero es muy importante, también, que apliquemos pequeños detalles extra al día a día, como hacer sentir bien a las personas que nos rodean, dando apoyo moral, manteniendo siempre un espíritu solidario con los compañeros de trabajo. La lista de todo esto puede ser muy larga, pero está en cada uno de nosotros el que podamos dejar una huella sólida y una muestra del verdadero profesionalismo, si cada quien intenta optimizar su propio desempeño con las mejores armas que podemos encontrar y que están dentro de nosotros mismos. Con todo esto no sé si sacaremos ventaja, pero de que estaremos mejor dentro de nuestras labores cotidianas, estoy convencido de ello. La labor que desempeñamos nos debe gustar, porque de lo contrario se convertirá en nuestra peor pesadilla y la viviremos diariamente.
Hoy me hicieron notar una cosa sobre la telenovela donde estoy trabajando: se siente muy ágil, con muy buen ritmo(nótese que no dije con mucho ritmo, pues el ritmo no es mucho o poco es el ritmo que debe ser, según cada circunstancia)…y reflexionando me di cuenta que mi productor José Alberto Castro (@elgueromex) y Ernesto Hernández, Productor Asociado, han estado muy pendientes de la edición de la telenovela…me mandaron una foto de un fin de semana, donde salían las primeras tortas de la noche, pues iban a editar hasta muy entrada la madrugada…eso es una muestra del compromiso que se debe tener en un trabajo. Ellos son productores de la empresa Televisa y dentro de ella hay un nivel de competencia entre productores muy fuerte; deben tener un altísimo nivel de calidad para que los números de audiencia sean los mejores, sin importar el horario…para eso se debe tener el colmillo muy afilado y un producto bueno que contenga: libreto, edición literaria, producción, dirección adecuada, alto nivel de calidad interpretativa, un gran equipo técnico y artístico que haga las cosas menos difíciles, pues el ritmo de grabación durante la transmisión de una novela es muy complicado…en fin, que entre todos debe haber un nivel de profesionalismo que rebase los estándares de calidad promedio. La muestra nos la han dado las cabezas del proyecto, solo nos queda seguir la ruta que nos trazaron.

Realidad = calidad????

Los medios nos han vendido un hecho, para ellos muy válido: «Lo que te presentamos en nuestras historias es real…» y por ese simple hecho contundente y con ese tipo de afirmación muy «seria» necesitamos consumir ese producto, teniendo como base esa premisa. A partir de ahí, la crítica del espectáculo, normalmente dentro del medio mismo, pretende hacer su trabajo y decirnos que para objetar sobre una historia o quejarnos de que no es apropiado tal o cual programa, metido en cierto horario inadecuado, con historias mas bien escritas para una audiencia de mayor edad, debemos tener como premisa que lo presentado es real, como si esto fuera un criterio de calidad o permiso para mostrar todo lo que nos venga en gana….ya me desvié, porque el objetivo era analizar si la realidad es un parámetro de calidad artístico. Mi respuesta siempre será un NO rotundo, porque mostrar a alguien «cantando Oaxaca» o un borracho golpeando a su mujer e hijos no creo que sea agradable para nadie y es real, pero no es artístico, ni aun cuando se quiera señalar el punto de partida de una historia.

La realidad es lo que los noticiarios nos enseñan en sus espacios informativos, pero no necesariamente son las historias dramatizadas que se consumen en formato de telenovelas, series, películas o algúna otra forma de narrar dramatizaciones. Cuando los analistas dicen, textualmente, que tal o cual espectáculo es bueno porque se ve muy real, confunden al público, que ve esas historias y empiezan a buscar si es real o no. La realidad no tiene nada que ver con la calidad…retratar algo y hacerlo parecer real no es muy complicado, ni requiere un gran trabajo artístico y creativo. Requiere simplemente que sea real y ya. Una historia trabajada de manera natural puede dar como resultado un trabajo muy «real»…y entonces podremos criticar si tiene ritmo, si la historia está bien contada, si creemos en las actuaciones, en el movimiento de cámara (en el caso de espectáculos que lo requieran, como el Cine o la Televisión), si nos lograron meter en la trama como esperaban, si nos emocionaron, si nos hicieron reir, llorar o pensar…en fin, podremos analizar lo que queramos, pero no debemos dejar que la gente, aparentemente, mas cultivada en el medio, nos oriente equivocadamente diciendo que si es real, es bueno.

Todo espectáculo, por el simple hecho de representarse, va a ser sujeto de crítica, pero esta misma debe ser orientada mas hacia el trabajo creativo o la credibilidad en los textos o en las actuaciones o en la dirección, etc…pero este hecho de ver con una óptica analítica el show, debe responsabilizar mas a los «entendidos» que a los neófitos. Los expertos deben saber orientar a la gente, no solo expresar su «humilde» opinión y con el «toooooooooodo respeto», por delante, por el simple derecho a la expresión. Este derecho puede ser invocado por el público, sin problemas, porque no tiene que ser ningún experto en teatro para saber si le gustó o no, pero no aceptaré que una persona que vive de expresar su opinión sabia, desvíe el gusto de la gente, nada mas porque se le ocurre o porque no encuentra mas argumentos para definir algo que no le gustó, diciendo que le pareció muy ficticio o poco real el asunto; o por el contrario, que le gustó algo porque le pareció muy real. Esas personas, se supone, tienen una mayor preparación que la audiencia normal, pero esa cultura viene acompañada de una responsabilidad objetiva para con quienes los siguen. Es mas honesto decir que les gustó porque les emocionó o los hizo llorar o les recordó momentos del pasado o la razón mas cándida que puedan imaginar, pero no confundan la gimnasia con la magnesia.

La auténtica honestidad del público está ejemplificada perfectamente con una frase, realmente poderosa: «¡NO ME GUSTÓ!» ……esta frase, para los que participamos en el show business, es muy rotunda, porque no tiene mas respuesta…si a la gente no le gustó, nuestro trabajo puede ser borrado con un simple movimiento de la mano, apretando un botoncito del control remoto que dice «Canal +»…en el teatro ya compraron el boleto y no habrá mas personas en el futuro…en el cine no pagarán mas para vernos, ni comprarán el DVD (ni el pirata tendrá éxito)…en la radio es muy sencillo cambiarle a otra estación con música de su agrado… y hay mas especialidades donde nos veremos afectados, pero en todas el resultado será el mismo, la indiferencia del público. Por eso no concibo que haya personas analizando el espectáculo de manera tan frívola e ignorante como para decir que esto o aquello es bueno o malo por ser real o no. Hay espectáculos tan malos (con argumentos mas sólidos), que no merecen mas que la mala crítica, lo se bien, pero el no poder presentar algún proyecto de una historia de ficción bien estructurada, por el miedo a que no parezca «real», según la óptica inculta de algún «experto», no me parece justo y ya es tiempo de que el público pueda remitir sus opiniones mas válidas, como forma de protesta por cosas que no le gustan.

Alguien dijo una vez que el público no sabe lo que quiere ver…como frase me parece muy acertada, porque para eso hay gente muy preparada en la producción que les muestra lo que hicieron y lo ponen al gusto del consumidor. En la actualidad se hacen muchas encuestas, sobretodo en televisión, para ver el rumbo que el público quiere que la historia tome. Me parece una tontería, porque la encuesta puede definir, claramente, si la historia gusta o no, pero de ahí a decir que el público defina el rumbo, es lo mismo a afirmar que no se sabe para donde ir y mejor hacer cómplice responsable a la audiencia del sendero a seguir y si se fracasa, tener un culpable adecuado. La gente sabe si le gusta o no, pero no sabe hacia donde debe ir.