El punto de partida.


Anoche fuí a ver, de nuevo, una de las obras mejor escritas para que dos actrices se luzcan en escena. Me invitaron al reestreno de «Como envejecer con gracia», ahora en el Teatro San Rafael y con las grandes actuaciones de Susana Alexander, que merece un punto y aparte por la calidad de su trabajo como actriz y como directora, y quien ahora hace el papel de Gracia: Norma Lazareno, cuyo trabajo fue bastante acertado y muy apegado a lo que la autora, Mayo Simon y Susana, como directora, le pidieron. Susana comentaba al final de la obra que la autora pide solo dos cosas de los personajes: Una, que es muy chistosa, pero no lo sabe…y la otra, que es muy triste, pero no lo sabe, tampoco. No hay necesidad de mayor información, cuando se tiene un texto que hay que entenderlo para disfrutar el decirlo. Realmente la base de un gran trabajo en escena tiene que partir de un texto, que nos permita contar una historia de la manera en que ese autor lo quiera; hay actores que dicen por sistema: «Yo no digo las cosas de esa manera»…»mi personaje no podría decir esto»…»yo me aprendo lo que quiere decir el autor y lo interpreto comodamente con mi lenguaje»…esto siempre me ha parecido de personas que, aparentando ser muy sabias, son, simplemente, de pocos recursos escénicos. No se porque hay intérpretes que anteponen el personaje de ellos mismos que han creado para su comodidad y no le permiten florecer al personaje que ha escrito un autor profesional.

Cuando yo ví por primera vez esta obra con Susana y mi adorada Blanca Sánchez †, me pareció lo que escribí en un principio, que era una obra para el lucimiento de dos actrices…hoy sigo pensando lo mismo, pero con la certeza de que esa fue una de las premisas de la autora para crear la obra como está escrita. Ella quiso que fuera una obra donde relumbrara el talento; nos dejó una linda historia de amor, comprensión y amistad, que será difícil olvidar, como imposible olvidar a Blanquita, en cuyo nombre se está retomando esta temporada. Juan Torres y Guillermo Wiechers, productores, decidieron reponer la obra como homenaje a Blanca, con esa sensibilidad que los está caracterizando…con ese sentido del agradecimiento hacia quienes les han hecho ganar el respeto del gremio y hacer que su negocio crezca. No es sencillo triunfar en el teatro…ellos mismos lo saben, pero si se tiene el amor por el teatro y por su público, que ellos demuestran, ya se tiene mucho del camino recorrido. Como gente del medio, deseo que sigan adelante con ese entusiasmo y siendo sencillos, como son.

Titulé esta aportación a mi blog como el punto de partida, porque estoy convencido, como lo platicaba con un autor conocido mío,  Jaime García Estrada, autor de una telenovela donde tuve el honor de trabajar, «Imperio de Cristal», de que hay mucho talento entre los escritores de nuestro país, pero no les pagan lo suficiente, ni los valoran como en otras naciones, dejando de lado las historias originales y dando preferencia a historias «probadas» en otras latitudes o a «refritos» mas que aprobados aquí. Mi trabajo como actor tiene como base fundamental una buena historia…y de hecho se hacen bromas al respecto como: «Un buen guión aguanta hasta un mal director»…pues créanme que es cierto, cuando cuentas con una historia bien contada, las cosas fluyen de una manera tan espontánea…todo es mas sencillo de lograr…las palabras salen solas en los diálogos entre los personajes…y la gente sale contenta de ver el espectáculo por el que pagaron o que decidieron ver en su casita. Necesitamos que comprendan los productores e inversionistas de nuestro medio, que es básico el contar con un buen libreto…y en México hay gente muy valiosa, que ha dado muestras de gran talento. Este es el punto de partida en nuestro negocio, un buen guión, no le busquemos mas.

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Publicado el julio 21, 2010 en elBonfis. Añade a favoritos el enlace permanente. Deja un comentario.

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