Realidad = calidad????


Los medios nos han vendido un hecho, para ellos muy válido: «Lo que te presentamos en nuestras historias es real…» y por ese simple hecho contundente y con ese tipo de afirmación muy «seria» necesitamos consumir ese producto, teniendo como base esa premisa. A partir de ahí, la crítica del espectáculo, normalmente dentro del medio mismo, pretende hacer su trabajo y decirnos que para objetar sobre una historia o quejarnos de que no es apropiado tal o cual programa, metido en cierto horario inadecuado, con historias mas bien escritas para una audiencia de mayor edad, debemos tener como premisa que lo presentado es real, como si esto fuera un criterio de calidad o permiso para mostrar todo lo que nos venga en gana….ya me desvié, porque el objetivo era analizar si la realidad es un parámetro de calidad artístico. Mi respuesta siempre será un NO rotundo, porque mostrar a alguien «cantando Oaxaca» o un borracho golpeando a su mujer e hijos no creo que sea agradable para nadie y es real, pero no es artístico, ni aun cuando se quiera señalar el punto de partida de una historia.

La realidad es lo que los noticiarios nos enseñan en sus espacios informativos, pero no necesariamente son las historias dramatizadas que se consumen en formato de telenovelas, series, películas o algúna otra forma de narrar dramatizaciones. Cuando los analistas dicen, textualmente, que tal o cual espectáculo es bueno porque se ve muy real, confunden al público, que ve esas historias y empiezan a buscar si es real o no. La realidad no tiene nada que ver con la calidad…retratar algo y hacerlo parecer real no es muy complicado, ni requiere un gran trabajo artístico y creativo. Requiere simplemente que sea real y ya. Una historia trabajada de manera natural puede dar como resultado un trabajo muy «real»…y entonces podremos criticar si tiene ritmo, si la historia está bien contada, si creemos en las actuaciones, en el movimiento de cámara (en el caso de espectáculos que lo requieran, como el Cine o la Televisión), si nos lograron meter en la trama como esperaban, si nos emocionaron, si nos hicieron reir, llorar o pensar…en fin, podremos analizar lo que queramos, pero no debemos dejar que la gente, aparentemente, mas cultivada en el medio, nos oriente equivocadamente diciendo que si es real, es bueno.

Todo espectáculo, por el simple hecho de representarse, va a ser sujeto de crítica, pero esta misma debe ser orientada mas hacia el trabajo creativo o la credibilidad en los textos o en las actuaciones o en la dirección, etc…pero este hecho de ver con una óptica analítica el show, debe responsabilizar mas a los «entendidos» que a los neófitos. Los expertos deben saber orientar a la gente, no solo expresar su «humilde» opinión y con el «toooooooooodo respeto», por delante, por el simple derecho a la expresión. Este derecho puede ser invocado por el público, sin problemas, porque no tiene que ser ningún experto en teatro para saber si le gustó o no, pero no aceptaré que una persona que vive de expresar su opinión sabia, desvíe el gusto de la gente, nada mas porque se le ocurre o porque no encuentra mas argumentos para definir algo que no le gustó, diciendo que le pareció muy ficticio o poco real el asunto; o por el contrario, que le gustó algo porque le pareció muy real. Esas personas, se supone, tienen una mayor preparación que la audiencia normal, pero esa cultura viene acompañada de una responsabilidad objetiva para con quienes los siguen. Es mas honesto decir que les gustó porque les emocionó o los hizo llorar o les recordó momentos del pasado o la razón mas cándida que puedan imaginar, pero no confundan la gimnasia con la magnesia.

La auténtica honestidad del público está ejemplificada perfectamente con una frase, realmente poderosa: «¡NO ME GUSTÓ!» ……esta frase, para los que participamos en el show business, es muy rotunda, porque no tiene mas respuesta…si a la gente no le gustó, nuestro trabajo puede ser borrado con un simple movimiento de la mano, apretando un botoncito del control remoto que dice «Canal +»…en el teatro ya compraron el boleto y no habrá mas personas en el futuro…en el cine no pagarán mas para vernos, ni comprarán el DVD (ni el pirata tendrá éxito)…en la radio es muy sencillo cambiarle a otra estación con música de su agrado… y hay mas especialidades donde nos veremos afectados, pero en todas el resultado será el mismo, la indiferencia del público. Por eso no concibo que haya personas analizando el espectáculo de manera tan frívola e ignorante como para decir que esto o aquello es bueno o malo por ser real o no. Hay espectáculos tan malos (con argumentos mas sólidos), que no merecen mas que la mala crítica, lo se bien, pero el no poder presentar algún proyecto de una historia de ficción bien estructurada, por el miedo a que no parezca «real», según la óptica inculta de algún «experto», no me parece justo y ya es tiempo de que el público pueda remitir sus opiniones mas válidas, como forma de protesta por cosas que no le gustan.

Alguien dijo una vez que el público no sabe lo que quiere ver…como frase me parece muy acertada, porque para eso hay gente muy preparada en la producción que les muestra lo que hicieron y lo ponen al gusto del consumidor. En la actualidad se hacen muchas encuestas, sobretodo en televisión, para ver el rumbo que el público quiere que la historia tome. Me parece una tontería, porque la encuesta puede definir, claramente, si la historia gusta o no, pero de ahí a decir que el público defina el rumbo, es lo mismo a afirmar que no se sabe para donde ir y mejor hacer cómplice responsable a la audiencia del sendero a seguir y si se fracasa, tener un culpable adecuado. La gente sabe si le gusta o no, pero no sabe hacia donde debe ir.

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Actor, announcer and system analyst. Mad about Mac's, Cruz Azul and Green Bay fan!!

Publicado el agosto 4, 2010 en elBonfis. Añade a favoritos el enlace permanente. Deja un comentario.

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